jueves, 30 de mayo de 2013

El modus operandi de los premios literarios

Javier Rafael Moro Lapierre
(Madrid, 1955)
"Premio Planeta 2011" por su novela "El imperio eres tú"
 
SORPRESAS Y DUDAS
DE LA VIDA LITERARIA
 
"Los premios: ¿Cómo se dan? ¿Se dan de antemano?"
 
"¿Cómo se pueden leer miles de originales, cuánto pagan las editoriales a los lectores encargados de ese escaneo, cuánto tiempo tendrían que emplear esos profesionales de la lectura literaria para expresar con solvencia un veredicto que a su vez sirva a los jurados finales? ¿En qué página consideran que ya no es necesario seguir leyendo para emitir un juicio razonablemente fundado?"
 
 
 
"¿Cuántos originales quedan prácticamente sin leer? ¿Qué papel juegan, en la sombra de la selección, las agentes literarias , que cada vez con más ahínco, y con más aplomo, celebran el triunfo de su patrocinado o de su patrocinada casi al tiempo que se hace público el fallo? ¿Cuántos libros no serán premiados porque existe un compromiso formal para que la sustancia del contrato sea mejor en función de un premio?"
 
(Texto firmado bajo el pseudónimo de Gregorio Swan que publicó la revista "Qué leer" en su número 186 correspondiente al mes de abril de 2013)
 
Portada dedicada al escritor más prolífico de nuestro idioma,
con más de 400 libros publicados, el hiperactivo
Jordi Sierra i Fabra
(Barcelona, 1947)

miércoles, 1 de mayo de 2013

La vejez tal como la comprendemos los viejos


AQUELLOS DÍAS AFRUTADOS

Al final, la vida de un hombre se reduce a amontonar los recuerdos y tener a mano el teléfono de las ambulancias. El resto son ilusiones pasajeras, planes que no cuajaron y la suerte inmensa de hacer tres comidas al día. Uno se hace mayor y comprende que cada mañana al despertar le espera otro esfuerzo fuera de su alcance, un café que destruye la leche y ese periódico local en el que en cualquier momento será noticia su propio cierre. Hay que rendirse a la evidencia y seguir adelante como se pueda, conscientes de que las posibilidades de que surja una buena noticia no son en absoluto mayores que las de encontrar sangre en las heces.
  
Playa de Las Alcaravaneras y piscinas del club Metropole
en Las Palmas de Gran Canaria a principios de los 60
 
 En la vida de un hombre llega un momento en el que se da cuenta de que aquellas cosas que aún le tolera la conciencia ya no se las permite el cuerpo y que hasta podría ocurrir que –por extenuación, por rutina o por desidia– le sobrevenga un bostezo en la mitad de un beso, como recuerdo que le ocurrió a una amiga mía que cumplidos los cincuenta años descubrió que en su declive emocional se daban juntos la resignación y la esperanza, la ganas de leer y la presbicia, y que en el momento de mayor placer sexual se le mezclaban el orgasmo y la llorera.
 
Grace Patricia Kelly
(Filadelfia, 1929 - Mónaco, 1982)
 
Una madrugada de copas le dije: «No hagas planes y vive cada instante. Los días del ansia de comer dejarán paso a los días en los que habremos de conformarnos con la suerte de no vomitar. No hay otra manera de entender la vida, amiga. Nos quedará el recuerdo de cuando en Navidad nos sentábamos lejos de la cabecera de la mesa, de aquellos días dominicales y afrutados en los que había playas a las que ni siquiera había llegado aún la geografía, aquel tiempo indulgente y bautismal en el que incluso la muerte se perdía camino del cementerio».
 
(Artículo de opinión escrito por José Luis Alvite y publicado
en el periódico “La Razón” el domingo 28 de abril de 2013)
  
José Luis Alvite
(Cambados, Pontevedra, 1949)
Un escritor de profundo calado literario