viernes, 20 de enero de 2012

Nada volverá a ser nunca tal y como lo era antes


LA GRAN ESTAFA

El modelo social y moral en el que hemos vivido en los últimos cuarenta años, desde los setenta, era insostenible, y así ha quedado claro con la crisis, por así llamarla, de estos últimos años. Hablamos de crisis y hay quien todavía piensa que se trata de eso, de un ajuste tras el cual todo volverá al mismo ritmo de antes. No es así, y los responsables políticos y las élites intelectuales lo saben.





El modelo es insostenible, primero, porque en los años setenta se quebraron los consensos morales que lo sostenían: el Estado del Bienestar de los años 50 y 60 se basaba en una familia estable, una distribución de roles muy clara entre mujeres y varones, una natalidad alta, una idea nacional basada en la solidaridad y la cohesión, una vida laboral continuada y sin rupturas. Todo eso saltó por los aires en los setenta. Muchos de los que vivimos esos años fuimos testigos de cómo aquel mundo se derrumbaba y bastantes contribuimos a que así ocurriera. La cultura oficial actual, la que se enseña en las escuelas y se difunde desde las instituciones estatales, es heredera de aquel movimiento. Esa cultura subvencionada sigue intentando subvertir un orden que pasó a mejor vida hace más de treinta años. A medida que pasa el tiempo su estupidez, como es lógico, resulta cada vez más insondable.




Otro factor de la crisis fue la globalización, que no es sólo un hecho económico. La globalización es también una nueva forma de situarse ante la vida. Los papeles sociales, que antes nos venían dictados, son ahora, si es que han sobrevivido, una decisión personal. Disfrutamos de una libertad casi ilimitada y somos, más que nunca, lo que decidimos ser. Como se ha dicho, todos los norteamericanos nacidos después de la legalización del aborto en 1973 son fruto, no de un hecho natural, sino de una decisión consciente y, se quiera o no, deliberadamente tomada.




Esa situación, que desde entonces no ha dejado de ampliarse a todos los países y a todos los campos de la vida, hace imposible un Estado del Bienestar concebido como un seguro que nos garantiza ante cualquier riesgo, ante cualquier eventualidad. Ese seguro universal respaldado por el Estado es una ficción y, como se ha dicho más arriba, los responsables políticos e intelectuales lo saben. Por eso la propuesta del ministro de Hacienda de poner a los responsables de este engaño monumental ante las consecuencias de sus actos va en la buena dirección, por mucho que resulte difícil de poner en práctica.




No pueden seguir en la vida pública quienes comprometen gastos imposibles de pagar sabiendo que lo son, prometiendo un bienestar y una seguridad que no van a existir e impidiendo con ello, además, cualquier posible crecimiento. Estamos ante una estafa que nos costará, si es que no nos ha costado ya, los esfuerzos y los ahorros de toda nuestra vida. Si eso no merece alguna clase de sanción social, es difícil imaginar que algo lo merezca. Se requiere por tanto algo de imaginación.

(Artículo de opinión escrito por José María Marco y publicado
en el periódico "La Razón" el jueves 19 de enero de 2012)

 
José María Marco García
(Escritor y profesor en la Universidad Pontificia de Comillas)

sábado, 7 de enero de 2012

De quien merecería ser leído con éxito rotundo

José Rosales Mateos
(Jerez de la Frontera, 1963)

"La poesía es palabra que titubea. Quien la escribe no sabe con seguridad qué es lo que dice ni por qué lo dice"

"Creo que uno de los peligros de nuestro tiempo es el de la acumulación de banalidades y amenas tonterías, lo que deja sin efecto ni resonancia lo importante"

"Publicar demasiado, en vez de ser una manera de hacerse oír, es una manera de no dejar oír"

"Al mercado le es muy difícil convertir las preguntas esenciales y lo trascendente en una mercancía y, por tanto, lo expulsa de los circuitos de opinión y propaganda. Creo que si tuviera muchos lectores eso sería la confirmación de que estaba haciendo algo mal"




"Soy un escritor lento, cada vez más lento. Para mí la dificultad de escribir poesía no reside tanto en expresar o comunicar en verso algo como en encontrar un estado previo a todo eso. Para escribir un poema antes tengo que desnacerme, quedarme en blanco para poder acoger las palabras adecuadas"

"El oficio, la destreza técnica, es también un peligro, porque invita a conformarte con lo bien hecho. Un poema puede mostrarnos todas las perfecciones y novedades técnicas que queramos que, si previamente no ha nacido de un vacío, siempre le faltará lo principal, lo que sólo se da en el vacío: la resonancia y el temblor"

"El libro que no cambia en algo a quien lo ha escrito es que no vale nada. Al fin y al cabo, somos la obra de nuestras obras. Lo que un poeta ha escrito antes ya no le sirve, no tanto porque le parezca insuficiente o insatisfactorio como porque ha dejado de ocurrirle, porque esos poemas antiguos han cesado de latir dentro de él y ya han hecho su obra en él"

"A la mayoría de los críticos les importa más que la verdad o la emoción de un texto su inserción en una historia progresiva de la literatura. Osip Manldestam decía que la teoría del progreso en la literatura es el aspecto más grosero y asqueroso de la ignorancia escolar"

Osip Emilyevich Mandelstam
(Varsovia, 1891 - Vtoraya Rechka, 1938)

"Si un poema vale algo es por ser testimonio, no de su tiempo, sino de algo que pasa inadvertido y que se mantiene escondido y puro a través del tiempo. Precisamente hoy he leído un poema del siglo X, de Ibn Al-Jatib, que me ha parecido más actual que el periódico de esta mañana"

"Escribir sobre nuestro tiempo es escribir de lo que sobra. No creo que haya que escribir o pintar o componer música para el presente. El presente no parece necesitar poemas, ni grandes frescos, ni oratorios"

"En la actualidad la gente está cohesionada alrededor de lo insignificante, de lo banal, y no requiere un sentido, ni héroes y, por tanto, tampoco ficciones que los creen y enaltezcan. Sin embargo, vendrá alguna catástrofe tarde o temprano siempre vienen y, quién sabe, entonces quizás la gente necesite verle un sentido a la vida y busque lo que hoy se está haciendo bajo tierra: palabras, imágenes, himnos para un tiempo que empieza"

(Fragmentos de una entrevista realizada por Carlos Javier Morales
al poeta José Mateos en el portal de internet www.poesíadigital.es)


 
 
CANCIÓN

Todavía casi un niño
y te sentaste a esperar
a orillas del gran silencio.

Pensabas que estando a solas
con tu voz quizás pudieras
robarle al mar su secreto.

Se te fue la juventud.
Mudos pasaron los años
y ahora estás hueco por dentro.

¿Podrías, si al fin sonara
del gran silencio el acorde,
llegar a cantar su eco? 




RECUERDO

Todavía algunas noches,
padre mío, me despiertas
y me preguntas, temblando,
como a través de la niebla,
si ha de venir algún día
para ti la primavera.

¿Es que no sabes que has muerto,
que donde estás no florece,
cuando es abril, la semilla,
aunque en el campo la entierres?

Y contestas: "Hijo, ¿cómo
me hablas estando yo ausente?
¿A quién de los dos, entonces,
está engañando la muerte?

(Poemas escritos por José Rosales Mateos y publicados en su libro titulado Canciones, Valencia, Editorial Pre-Textos, 2000)